#DEBO DECIR, MARGARITA BARRIENTOS
Iniciaba el año y Margarita Barrientos esmerilaba a los invitados del programa Debo Decir conducido por Luis Novaresio, en canal América, el 7 de enero. Todos absortos escuchaban que había inaugurado su segundo comedor y un hogar para 20 abuelas en su tierra natal Añatuya, Santiago del Estero en el mes de septiembre del año pasado y que llevaría el nombre de su difunto marido, Antonio Tunez en honor a su continuo apoyo.
Mientras la emoción traspasaba la pantalla de canal, con las imágenes del Hogar, intentaba entender. Cuanto deseo de reparación individual en su tierra que la expulsó, y no utilizar su poder simbólico para exigir políticas sociales en una de las provincias más pobres del país gobernada por una pareja política apodada, los kirchner del norte. Era mi deseo, no su obligación.
Por qué franquiciamos la pobreza? Por qué necesitamos construir héroes en lugares dónde lo primero que debe llegar es la política pública, que además ya la están llevando a cabo con éxito. No alimenten mas héroes muchachos. Hay 12 millones de personas con los cuales tienen una deuda moral; convertirlos en ciudadanos autónomos y libres. La pobreza no se repara desde el dolor individual.
Esta película ya la vi. Uso de fondos públicos. Inauguraciones faraónicos. Y la ceguera ocasional de funcionarios vitalicios en el poder. La Gobernadora de Santiago del Estero, Claudia Ledesma Abdala, estaba en la inauguración del Comedor “Los Piletones”. Su esposo Gerardo Zamora, tres gobernaciones en su haber, construyó en el 2013, en la ciudad de Añatuya , la Casa Superior Tribunal, que costó doce millones de pesos en una provincia con un 43% de pobres y 13% de indigencia. Hay tantos recursos como inhumanidad.
No es la idea analizar el merito de Margarita, que es producto y consecuencia de la deuda moral. Pero si es necesario marcar que cuando funda Los Piletones, en 1996, los índices de pobreza eran similares a los de hoy.
A 22 años, Los Piletones se convirtió por medio de donaciones privadas y subsidios con el estado, que algunas fuentes citan cerca de 27 millones de pesos, en un taller de carpintería, una casa de medio camino para mujeres, un centro odontológico, y un centro recreativo. Barrientos ya no vive más en el barrio. La pobreza no se mudó, sigue amurallada. El centro vecinal reclama la urbanización e integración como está sucediendo en otras villas. Reclaman ser poseedores de derechos. Un derecho no es reemplazable, variable ni postergable
Los líderes sociales fueron un emergente. Es hora de pensar o refundar un Estado de Bienestar, dijo hace pocas horas, Betriz Sarlo en TN, “Piensen como se refunda y se consolida un nuevo tipo de asistencia, llamesmosló estado de bienestar o no, al 30% de los argentinos que están abajo, de donde salen los pibes que están en la droga, de donde salen los pibes que están en la violencia, de donde salen los chicos que les nacen a mujeres de menos de 20 años, datos que hay que tomar, se tienen que sentar a pensar ellos…Insistió “si no podemos conseguir un estado de bienestar importemosló”. La pobreza no se repara desde el dolor individual, insisto.