Salario por Existir
Geoffrey Hinton, considerado el “padre” de la IA, sugiere la implementación de un salario básico universal para enfrentar la desigualdad que provocará la IA que afectará a casi el 40% de los empleos en todo el mundo. Para aprovechar este potencial, las políticas deben encontrar un fino equilibrio entre existir y el tiempo improductivo. ¿Cómo será un tiempo sin valor monetario?
Resumen
- Reconfiguración del mercado laboral: La IA transformará tanto tareas rutinarias como empleos de alta cualificación.
- Desigualdad y respuesta política: La adopción de la IA puede profundizar la desigualdad, haciendo imperativo el desarrollo de políticas inclusivas y redes de seguridad social.
La era del ocio
El británico Geoffrey Hinton (76), considerado el «padre» de la inteligencia artificial, informático y responsable de replicar el funcionamiento del cerebro humano en las máquinas y sus tecnologías, está preocupado. Su ADN se refleja en la base del ChatGPT, quien convive entre nosotros hace poquito tiempo y crece sin cesar su popularidad. Su preocupación es por los posibles efectos desestabilizadores de la IA en la sociedad y las profesiones. Tan simple como que la productividad de las maquinas, en breve tiempo, generarán tiempo ocioso, pero no de calidad para todos. El británico asegura que la IA podría reemplazar a trabajadores menos calificados marcando una profunda desigualdad de ingresos. Y es en este sentido que considera que los estados implementen una renta básica universal para enfrentar la desigualdad provocada por la IA. Se vienen tiempos raros para la Argentina en el contexto global.
El avance acelerado de la inteligencia artificial está remodelando el panorama laboral global. Según un análisis reciente del FMI, la IA podría afectar aproximadamente al 40% de los empleos en todo el mundo, con un impacto significativo en las economías avanzadas donde hasta el 60% de los trabajos podrían verse transformados. Este cambio no solo implicará la sustitución de empleos sino también su complementación, incrementando la productividad en algunas áreas mientras reduce la demanda de mano de obra en otras
La equidad, ese maldito DNI del destino, en el informe del FMI, se puede ver con claridad. La desigualdad de ingresos podría aumentar en un 2% para los trabajadores de bajos ingresos, mientras que los de altos ingresos podrían ver un aumento del 14% en sus salarios.
En economías emergentes, como Argentina, la exposición a la IA es menor, pero el impacto podría ser más pronunciado debido a las brechas preexistentes en infraestructura y desarrollo humano. El informe también destaca que, en algunos escenarios, la productividad total podría incrementarse en un 16% durante los primeros 10 años de la adopción de la IA, pero esto también puede intensificar la desigualdad de ingresos si no se implementan políticas redistributivas efectivas.
Un Mundo Impulsado por la IA
El Informe que presentó el FMI a inicios de este año sobre el impacto de IA en el mundo laboral es demoledor sobre el rol que deben asumir los gobiernos a la hora de implementar políticas que apoyen a los trabajadores vulnerables. Sugiere la creación de redes de seguridad social y programas de capacitación que ayuden a hacer la transición hacia una economía impulsada por la IA más inclusiva. Parece irreal, pero es el FMI el que declama políticas sociales de inclusión.
El organismo desarrolló un índice que mide la capacidad de los países para adoptar la IA. Este índice evalúa aspectos como la infraestructura digital, políticas sobre capital humano y el mercado laboral, innovación, integración económica, y regulación y cuestiones éticas.
Los resultados no dan sorpresa: las economías más ricas están mejor preparadas para integrar la IA, y ellas son Singapur, Estados Unidos y Dinamarca liderando en preparación. Las economías avanzadas, recomienda, deben enfocarse en fomentar la innovación y desarrollar marcos regulatorios sólidos para garantizar un uso seguro y responsable de la IA. Por otro lado, los países en desarrollo deben invertir en infraestructura digital y formación de la fuerza laboral
La era de la inteligencia artificial llegó y es palpable y su impacto en la economía mundial es inevitable. Para asegurar que los beneficios de la IA sean compartidos equitativamente, es fundamental que las políticas públicas se diseñen con un enfoque inclusivo, lo implora el FMI. Está raro el mundo, el capitalismo reclama equidad y los paises en desarrollo individualismo. Fin.
Por Sara Di Tomaso