Salud Mental en Crísis en el Lugar de Trabajo: un Desafio Global
Se estima que el 15% de los adultos en edad de trabajar padecen un trastorno mental en la economía mundial. Los problemas de salud mental en el trabajo pueden estar relacionados con varios factores, incluyendo el contenido y el horario del trabajo, las características específicas del lugar de trabajo, y las oportunidades de desarrollo profesional. En Artgentina se suma la inestabilidad económica.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la depresión y la ansiedad resultan una pérdida de 12.000 millones de días de trabajo cada año, costando a la economía mundial casi un billón de dólares.
El trabajo puede proteger la salud mental y proporcionar un medio de vida, un sentido de confianza, propósito y logro, una oportunidad para las relaciones positivas y la inclusión en una comunidad, y una base para establecer rutinas estructuradas. Sin embargo, la falta de estructuras efectivas y apoyo en el trabajo, especialmente para quienes viven con trastornos mentales, puede afectar la capacidad de las personas para ser eficaces y disfrutar con su trabajo, menoscabar la asistencia de las personas al trabajo e incluso impedir que, para empezar, obtengan un trabajo.
Para mejorar la salud mental en el lugar de trabajo, se pueden implementar varias estrategias, como centrarse en el trabajo, involucrar a líderes internos, fomentar diálogos intergeneracionales e intergénero, tener paciencia e invertir en lo fundamental, fomentar un ambiente laboral positivo, proporcionar recursos y apoyo de salud mental, promover la conciliación de la vida laboral y familiar, y reducir el estigma en torno a la salud mental.
¿Cómo acompañar a los empleados en contexto de crisis?
Para mejorar la salud mental en el lugar de trabajo y apoyar a los empleados durante tiempos de crisis, se pueden implementar las siguientes estrategias:
- Practicar la atención plena: Fomentar la práctica de estar presente y liberarse del estrés.
- Utilizar diferentes medios de comunicación: Diversificar los canales de comunicación para evitar la fatiga.
- Mantener una actitud positiva: Promover una actitud positiva durante la realización de las actividades laborales.
- Expandir el círculo de contactos: Fomentar la creación y mantenimiento de una red de contactos activa.
- Implementar políticas de trabajo flexible: Adoptar el teletrabajo o un modelo híbrido para reducir el estrés laboral y mejorar la salud mental.
- Promover el equilibrio entre trabajo y vida personal: Implementar horarios de trabajo flexibles, trabajo a distancia y políticas de descanso adecuadas.
- Proporcionar recursos para la salud mental: Ofrecer servicios de asesoramiento, programas de bienestar y políticas de trabajo flexible.
- Formación en gestión del estrés: Proporcionar formación en técnicas de gestión del estrés.
- Reconocimiento y respuesta a señales de advertencia: Capacitar a los empleados para reconocer y responder a las señales de advertencia de problemas de salud mental.
- Accesos a gimnasios o a actividades físicas: Proporcionar accesos a gimnasios o a actividades físicas para promover la salud física y mental.
- Programas para formar hábitos alimenticios saludables: Implementar programas para promover una alimentación saludable.
- Asistencia a las familias o programas para cubrir necesidades médicas: Ofrecer asistencia a las familias y programas para cubrir necesidades médicas.
- Ayudas al transporte: Proporcionar ayudas al transporte para facilitar el desplazamiento de los empleados.
- Actividades de formación profesional: Ofrecer actividades de formación profesional para el desarrollo de los empleados.
- Acceso a servicios médicos, de fisioterapia y salud mental: Proporcionar acceso a servicios médicos, de fisioterapia y salud mental.
Cada organización es única y puede requerir un enfoque personalizado para implementar la formación en gestión del estrés. Estas técnicas pueden ser un buen punto de partida.