El giro de Disney y Meta: menos activismo, más negocio
Disney cerró su último año fiscal sin que ninguna de sus películas superara los $1,000 millones en taquilla. No ocurría en más de una década. Desde el fin de los programas DEI hasta los cambios impuestos por Bob Iger, las empresas revelan un enfoque pragmático que prioriza ganancias sobre valores. Por que?
- Meta elimina sus iniciativas de diversidad y redefine contrataciones basadas en «justicia y consistencia».
- Disney enfrenta el costo de sus fracasos comerciales y ajusta su estrategia lejos del activismo.
- Las decisiones corporativas evidencian un distanciamiento de los compromisos sociales en favor de la rentabilidad.
Meta abandona DEI y Disney redefine su estrategia
Las decisiones recientes de Meta y Disney de abandonar iniciativas vinculadas a la diversidad, equidad e inclusión (DEI) y al activismo político generan interrogante. Ambos casos ilustran un retroceso significativo que pone en duda la consistencia de las estrategias de responsabilidad social empresarial (RSE).
La crisis de la DEI: ¿Un compromiso genuino o una estrategia de marketing?
Durante la última década, empresas como Meta se posicionaron como líderes en DEI mediante programas para promover la equidad de género, la diversidad cultural. Sin embargo, la reciente suspensión de estos programas refleja una tendencia preocupante: las prioridades empresariales parecen reorientarse según las presiones económicas y políticas del momento.
El año pasado las encuestas marcaban que los empleados no veian en la realidad la agenda DEI https://www.tercertiempo.news/2024/06/30/diversidad-o-pinkwashing-el-68-de-los-directivos-ve-su-empresa-como-inclusiva-pero-solo-el-36-de-los-colaboradores-coincide/
En Estados Unidos, la ola de Donald Trump sumó críticas hacia las iniciativas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza), tachándolas de «progresistas» y «poco rentables». Los gigantes como Meta escucharon. Redujeron sus compromisos en DEI, ignorando estudios como el de McKinsey que demuestran que la diversidad puede aumentar hasta un 35% la rentabilidad corporativa.
Meta informó recientemente que pondrá fin a sus programas DEI, eliminando su equipo dedicado y cambiando prácticas de contratación y diversidad de proveedores. Lo confirmó, Janelle Gale, vicepresidenta de recursos humanos de Meta, mediante comunicado interno «el panorama legal y político en torno a las políticas de diversidad, equidad e inclusión en Estados Unidos está cambiando».
Y continuó Gale, «el término «DEI» se ha vuelto «cargado» y Meta opta ahora por centrarse en prácticas justas y consistentes para mitigar el sesgo.«
El nuevo enfoque de contratación se centrará en buscar a los mejores talentos sin categorizar por grupos específicos, mientras que los esfuerzos de inclusión serán reemplazados por programas de accesibilidad y compromiso.
Consecuencias del retroceso en DEI:
- Deterioro de la reputación: Los consumidores esperan coherencia entre los valores declarados y las acciones corporativas. Un informe de Edelman revela que el 81% de los clientes prefieren marcas alineadas con sus principios.
- Impacto en la cultura organizacional: La suspensión de programas inclusivos desmotiva a los empleados y limita las oportunidades para talentos diversos.
- Pérdida de competitividad: Reducir la diversidad afecta la innovación y perpetúa desigualdades en las cadenas de suministro.
Disney: ¿El fin del activismo como estrategia?
Por su parte, Disney anunció un cambio radical al desvincularse del activismo político, una postura que se consolidó bajo la gestión de Bob Iger. La decisión de «centrarse en el entretenimiento» llega tras una serie de fracasos en taquilla y conflictos políticos que minaron su rentabilidad.
Disney reconoció que involucrarse en temas culturales y políticos estaba afectó su reputación y la capacidad para atraer a una audiencia diversa.
¿Qué rol jugó la controversia con Ron DeSantis en esta decisión?
La confrontación comenzó cuando Disney criticó la legislación anti-LGBTQ+ de Florida, que restringía las discusiones sobre identidad sexual en las aulas. Esto desató una reacción liderada por DeSantis, quien etiquetó a la compañía como «woke», eliminó el estatus especial de Disney en su distrito e intensificó el escrutinio político sobre la compañía.
¿Cómo influyen los fracasos comerciales recientes en esta estrategia?
Disney cerró su último año fiscal sin que ninguna de sus películas superara los $1,000 millones en taquilla, algo que no ocurría en más de una década. Producciones como Lightyear, Wish, y The Marvels no lograron resonar con el público, lo que evidenció una desconexión entre la oferta de contenidos y las expectativas de la audiencia global.
¿Por qué eliminaron la trama transgénero de Win or Lose?
Disney justificó la eliminación mencionando que muchos padres prefieren tratar temas relacionados con la identidad de género de forma personal y en el momento que consideren adecuado. Este movimiento refleja un esfuerzo por evitar conflictos y mantener su atractivo en un mercado diverso.
El giro también responde a un cambio en la estrategia comunicativa de la empresa, que busca minimizar los riesgos reputacionales derivados de las críticas políticas y culturales.
Lecciones de Disney:
- Adaptación al mercado: La decisión de desvincularse del activismo refleja un enfoque pragmático para recuperar la confianza de inversores y audiencias tradicionales.
- Impacto en la narrativa corporativa: Este cambio podría distanciar a Disney de consumidores progresistas que valoran el compromiso social.
- Relevancia de la coherencia: Las empresas que abandonan compromisos sociales corren el riesgo de ser vistas como inconsistentes y guiadas solo por intereses económicos.
Reflexiones finales
El retroceso de Meta y Disney evidencia una desconexión entre la promoción de valores inclusivos y su sostenibilidad en contextos de presión política y económica. Mientras que Meta pone en riesgo los avances en DEI, Disney apuesta por un repliegue hacia el entretenimiento puro, alejándose del activismo que había definido su narrativa reciente.
En un mundo donde los consumidores y empleados valoran la autenticidad, las corporaciones deben entender que su relevancia a largo plazo dependerá de mantener compromisos coherentes con sus valores declarados. Las decisiones de hoy moldearán su posición futura en un mercado cada vez más demandante de coherencia, inclusión y sostenibilidad.