“El hambre no es una fatalidad, es una decisión política”: Lula enfrenta a Milei en un G20 marcado por la tensión
En la inauguración de la cumbre, Lula da Silva destacó la urgencia de combatir la pobreza con acciones concretas, mientras que la postura de Javier Milei, alineado con Donald Trump, pone en jaque el consenso sobre un impuesto global a las grandes fortunas.
Un inicio marcado por las diferencias
La cumbre del G20, celebrada en Río de Janeiro, arrancó con una nota de tensión visible. Luiz Inácio Lula da Silva recibió a los líderes internacionales con abrazos cálidos, pero su interacción con Javier Milei fue notablemente distinta: un saludo breve y distante que dejó en evidencia el abismo político que separa a los mandatarios. Mientras Lula impulsa una agenda ambiciosa contra el hambre y la pobreza, Milei parece dispuesto a frenar cualquier medida que implique nuevos impuestos globales.
La propuesta brasileña de gravar con un 2% a las grandes fortunas busca recaudar 250.000 millones de dólares anuales, destinados a financiar la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza. Según Brasil, esta medida podría cambiar la vida de millones de personas en un mundo donde, según la ONU, 733 millones pasaron hambre al menos un día en 2023. Sin embargo, las directrices del equipo argentino apuntan a que Milei no respaldará la iniciativa, reflejando su alineación con las políticas de Donald Trump.
“El hambre no es una fatalidad, es una decisión política”
En su discurso inaugural, Lula da Silva fue contundente. Puso en el centro de la discusión la responsabilidad de los líderes globales para combatir la pobreza extrema, describiendo el hambre como “la expresión biológica de los males sociales.” Su intervención estuvo llena de cifras alarmantes: el gasto militar mundial alcanzó los 2,4 billones de dólares en 2023, mientras que millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria en un planeta que produce suficientes alimentos para todos.
“El hambre y la pobreza no son inevitables; son producto de decisiones políticas que perpetúan la exclusión de gran parte de la humanidad,” afirmó Lula, aludiendo a la necesidad de un cambio estructural en las políticas globales. En este contexto, la propuesta del impuesto global se presenta como una solución concreta para financiar programas de transferencia de ingresos, agricultura familiar y alimentación escolar.
Milei y el respaldo de Trump: una piedra en el camino
La resistencia de Milei al impuesto global no es una sorpresa. Tras su reciente reunión con Donald Trump, quien ha expresado su rechazo a cualquier medida de este tipo, el presidente argentino llegó a Río con una postura clara: no aceptar nuevas cargas fiscales que, en su opinión, afecten la soberanía nacional y desincentiven la inversión privada.
Fuentes diplomáticas brasileñas han expresado su preocupación por el posible impacto de Milei en las negociaciones del documento final del G20. Si bien Lula cuenta con el respaldo de líderes como Joe Biden, Emmanuel Macron y Giorgia Meloni, el bloqueo de Argentina podría complicar la consolidación de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.
Otros temas en disputa: crisis climática y gobernanza global
La división en el G20 no se limita al impuesto global. La agenda climática también enfrenta tensiones entre los países desarrollados y las economías emergentes. Mientras que Brasil exige que las naciones ricas cumplan con el fondo de 100.000 millones de dólares comprometido en el Acuerdo de París, estas insisten en que las economías emergentes asuman parte del financiamiento de la transición energética.
Por otro lado, la propuesta de reformar organismos multilaterales como la ONU, defendida por Brasil, también enfrenta resistencias. Trump, en su regreso al escenario global, ha manifestado su intención de debilitar estas instituciones, dificultando cualquier avance en esta dirección.
El legado que busca Lula
A pesar de las tensiones, Lula no pierde el optimismo. En su discurso, enfatizó que el G20 tiene una oportunidad histórica para dejar un legado que marque la diferencia. “En un mundo que produce más alimentos de los que necesita, el hambre es inaceptable. Que esta cumbre esté marcada por la valentía de actuar,” declaró.
Brasil, que lidera el G20 por primera vez, ha apostado todo a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza como su mayor legado. Con el respaldo de 81 países, 26 organizaciones internacionales y 31 fundaciones filantrópicas, Lula espera que esta iniciativa trascienda las fronteras de la cumbre y se convierta en una solución global.
Sus frases mas destacadas
- “Tenemos el mayor número de conflictos armados desde la Segunda Guerra Mundial y el mayor número de desplazamientos forzados jamás registrado.”
- “El hambre no es un fenómeno natural; es una tragedia causada por decisiones políticas.”
- “Es hora de que los líderes globales asuman su responsabilidad. Este G20 debe marcar un punto de inflexión.”