La Naturaleza desaparece: America Latina la más afectada, pierde 95% de su fauna silvestre
Un informe de WWF revela que las poblaciones de vida silvestre han disminuido un 73% desde 1970. América Latina y el Caribe son las regiones más afectadas, con una pérdida alarmante del 95% en su biodiversidad.
Resumen:
- América Latina y el Caribe lideran las pérdidas de fauna silvestre con una caída del 95%.
- La principal amenaza es la pérdida de hábitats impulsada por el sistema alimentario global y el cambio climático.
Un panorama alarmante para la biodiversidad
El Informe Planeta Vivo 2024, publicado por WWF, presenta una visión alarmante sobre la situación de la biodiversidad mundial. Según el estudio, las poblaciones de fauna silvestre monitoreadas han sufrido un descenso catastrófico del 73% en los últimos 50 años (1970-2020). Este informe, basado en el Índice Planeta Vivo (IPV) desarrollado por la Sociedad Zoológica de Londres, analizó casi 35.000 tendencias poblacionales de 5.495 especies, revelando que los ecosistemas más afectados son los de agua dulce, con una disminución del 85%, seguidos de los terrestres (-69%) y los marinos (-56%).
La crisis en América Latina
El informe destaca que la situación es especialmente crítica en América Latina y el Caribe, donde las poblaciones de vida silvestre han disminuido un alarmante 95%. Esta región enfrenta múltiples amenazas, siendo la pérdida y degradación de hábitats, impulsada por el sistema alimentario global, la principal causa. A esto se suman la sobreexplotación, la introducción de especies invasoras y los efectos del cambio climático, que agravan la situación.
Manuel Jaramillo, director general de Vida Silvestre en Argentina, comentó: “Argentina no escapa a esta crisis. Tenemos una pérdida significativa de bosques nativos y especies amenazadas, además de los impactos en nuestro mar argentino debido a la sobreexplotación”. Jaramillo destacó la necesidad de políticas más apropiadas para enfrentar esta emergencia.
Un llamado urgente a la acción
El informe subraya que los próximos cinco años serán cruciales para revertir esta tendencia y cumplir con los acuerdos globales sobre biodiversidad y cambio climático. Las cumbres internacionales COP16 y COP29, que se celebrarán este año, representan una oportunidad clave para que los gobiernos implementen medidas concretas.
Además de su impacto en la fauna silvestre, la pérdida de biodiversidad afecta directamente a los seres humanos. Los ecosistemas dañados son más vulnerables, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de millones de personas. Ejemplos claros de puntos críticos que podrían generar efectos globales devastadores incluyen la deforestación de la selva amazónica y la desaparición de los arrecifes de coral.
Biodiversidad y humanidad: un vínculo estrecho
La biodiversidad es fundamental no solo para la naturaleza, sino también para la humanidad. La degradación de los ecosistemas afecta la salud, la economía y la calidad de vida de las personas. Según Jaramillo, “Este informe nos recuerda que estamos ante una crisis de biodiversidad que también afecta las actividades humanas. La degradación ambiental está vinculada a la salud y la economía, por lo que es esencial que gobiernos y sociedad tomen medidas para evitar un deterioro mayor”.
En este contexto, el llamado a la acción inmediata es crucial para preservar lo que queda de la vida silvestre y garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar de un planeta saludable y equilibrado. Las políticas públicas, junto con la conciencia social, deben enfocarse en detener la pérdida de biodiversidad antes de que se alcancen puntos de no retorno.