La campaña de Tulipán que transforma el sexo en motor económico con un lema audaz: “El sexo reactiva la economía”, la iniciativa de Tulipán para incentivar el consumo en un contexto de crisis. Si #NohayPlata que haya sexo.
Sexo, preservativos y consumo: La propuesta divertida de Tulipán
En medio de la creciente preocupación global sobre la disminución del uso de preservativos entre los jóvenes, Tulipán, la reconocida marca argentina de preservativos, decidió abordar la situación desde un ángulo atrevido. En colaboración con Zurda Agency y Retina, lanzó una campaña publicitaria con un mensaje provocador: “El sexo reactiva la economía”.
Esta iniciativa no solo busca promover el uso de preservativos, sino también incentivar el consumo en sectores como gastronomía, moda y entretenimiento. La premisa es clara: el disfrute de la sexualidad puede ser un motor para la recuperación económica.
El contexto: menos preservativos, más riesgo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre una preocupante tendencia: el uso de preservativos está cayendo entre los jóvenes a nivel global, y Argentina es uno de los países donde la situación es más alarmante. Con solo el 55% de los jóvenes usando preservativo regularmente, la cifra ha disminuido en un 10% en los últimos cinco años. Esto coincide con un aumento del 20% en las infecciones de transmisión sexual (ITS) y los embarazos no deseados.
“El sexo reactiva la economía”: El lema de Tulipán
Tulipán no solo se enfoca en la salud sexual, sino que aprovecha el Día de la Primavera para lanzar una propuesta que vincula la intimidad con el crecimiento económico. En tiempos donde el discurso político de austeridad extrema resuena entre ciertos sectores, la marca de preservativos toma una posición contraria, sugiriendo que el consumo, incluso en aspectos íntimos como el sexo, es esencial para revitalizar la economía.
A través de una plataforma que ofrece descuentos en más de 20 marcas de diversos sectores (gastronomía, moda, estética y entretenimiento), Tulipán invita a los jóvenes a disfrutar de manera segura, pero también a invertir en esos pequeños placeres que reactivan el mercado.
El trasfondo: Crítica al “no hay plata” libertario
La campaña, además, lanza un dardo irónico a los sectores políticos que promueven una política de ahorro extremo, en particular al gobierno de Javier Milei, cuyo eslogan de “no hay plata” ha calado hondo en ciertos segmentos de la población. Tulipán, con su tono irreverente, responde con humor: si queremos disfrutar del sexo, hay que gastar.
Este mensaje parece también dirigirse a los llamados “incels” (célibes involuntarios), un grupo que ha ganado notoriedad en redes sociales por sus posturas libertarias que desincentivan el consumo y promueven un discurso de austeridad. Tulipán, en contraste, aboga por el placer y el consumo como actos que reactivan la economía.
La primavera como símbolo de renacimiento económico
El lanzamiento de la campaña coincide con la llegada de la primavera, estación tradicionalmente asociada con el renacimiento y la vitalidad. Tulipán propone que este es también el momento ideal para que los jóvenes vuelvan a disfrutar de su sexualidad de manera segura, pero también como un acto de consumo responsable que beneficia a diversos sectores económicos.
Desde cenas románticas, pasando por ropa nueva, hasta servicios de estética, Tulipán invita a pensar en el sexo no solo como un acto de placer, sino como una forma de contribuir al crecimiento económico.
Educación sexual y preservativos: un binomio clave
A pesar del tono ligero de la campaña, el trasfondo de la misma subraya la importancia de retomar el uso regular de preservativos, especialmente entre los jóvenes, para evitar las consecuencias negativas de la falta de protección. La OMS y los expertos en salud sexual insisten en que la clave para revertir esta preocupante tendencia es mejorar el acceso a métodos anticonceptivos y reforzar la educación sexual.
Tulipán, al combinar un mensaje de salud con una invitación al consumo, ofrece una solución creativa a una crisis que es tanto sanitaria como económica. Después de todo a quién no le pintó el “me comería….”. No hay dudas que el placer llama al placer, al fin de cuentas todos somos seres deseantes.