La empresa Sidersa firmó un acuerdo con BID Invest por un crédito de US$ 100 millones. El financiamiento permitirá la construcción de una planta de última generación en San Nicolás, con una inversión total de US$ 300 millones, destinada a transformar el sector siderúrgico nacional.
James Scriven, Gerente General de BID Invest, y Hernán Spoto, Director de Sidersa, durante la firma del acuerdo
Dos ideas resumen:
- La nueva planta siderúrgica busca impulsar la industria local, generar exportaciones y crear más de 300 empleos directos.
- Incorporará tecnología de avanzada que reducirá a la mitad las emisiones de CO2, convirtiéndose en la más sustentable de América Latina.
Un paso gigante para la industria siderúrgica argentina
Sidersa acaba de cerrar un convenio histórico con BID Invest, el brazo privado del Grupo BID (Banco Interamericano de Desarrollo), por US$ 100 millones. Este crédito será clave para financiar la construcción de una planta siderúrgica de última generación en San Nicolás, un proyecto que demandará una inversión total de US$ 300 millones.
Este acuerdo representa un hito para la industria, dado que la planta no solo abastecerá de insumos clave al sector de la construcción, sino que también permitirá exportar acero, contribuyendo significativamente a la balanza comercial del país. Hernán Spoto, Director de Sidersa, expresó: “Este proyecto no solo transformará la forma en que producimos acero, sino que también posicionará a Argentina como un referente en sustentabilidad y tecnología avanzada.”
Tecnología verde: el futuro de la siderurgia
Lo más destacado de esta planta es su enfoque en la sostenibilidad. Con un diseño que reduce las emisiones de CO2 a la mitad comparado con las tecnologías tradicionales, Sidersa busca liderar el camino hacia una producción más limpia. Esto se logra mediante el reciclado de chatarra y la integración de procesos productivos que optimizan el consumo energético. James Scriven, Gerente General de BID señaló:“Esta inversión es un testimonio del compromiso de BID Invest con proyectos que impulsan un desarrollo más sostenible y competitivo para la región.”
Impacto en la economía y generación de empleo
El proyecto, enmarcado en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), está proyectado para producir 360.000 toneladas de acero anuales. Se espera que genere más de 300 empleos directos y 3.500 indirectos en áreas relacionadas con la construcción y la recolección de chatarra, fortaleciendo tanto la cadena de valor como la empleabilidad en la región.
La inversión también contribuirá a reducir las importaciones de acero, sustituyendo cerca de US$ 350 millones anuales, lo que aportará un saldo positivo a la balanza comercial.