Cambio Climático I Peligro inminente, disminución de la Nieve Estacional en el Hemisferio Norte
Un estudio reciente revela una disminución significativa en la nieve estacional en el hemisferio norte durante las últimas cuatro décadas. Esta pérdida acelerada, atribuida al cambio climático, amenaza a cientos de millones de personas que dependen de la nieve para su suministro de agua.
Según un estudio publicado en la revista Nature por la Universidad Dartmouth College de Estados Unidos, la nieve estacional en la mayor parte del hemisferio norte ha disminuido entre un 10% y un 20% por década en los últimos 40 años debido al cambio climático impulsado por el ser humano.
Las áreas más afectadas por esta disminución relacionada con el calentamiento global son el suroeste y noreste de Estados Unidos, así como Europa central y oriental. Esta pérdida rápida y extensa pone en riesgo a las poblaciones de América del Norte, Europa y Asia que dependen de la nieve para su suministro de agua.
A pesar de las tormentas de nieve sin precedentes en algunas regiones, la falta de nevadas en diciembre en muchos inviernos recientes ha sido un indicador del calentamiento global. Para entender mejor este fenómeno, los investigadores analizaron cómo el calentamiento global afectó la temperatura y las precipitaciones, y cómo estos cambios influyeron en la capa de nieve en 169 cuencas fluviales en todo el hemisferio norte desde 1981 hasta 2020.
Utilizando un modelo de aprendizaje automático, los investigadores examinaron miles de observaciones y experimentos con modelos climáticos. Esto les permitió identificar las áreas donde la capa de nieve se redujo debido al calentamiento y examinar cómo los cambios en la temperatura y las precipitaciones, impulsados por el clima, afectan el espesor de la capa de nieve.
Descubrieron que el 80% de los mantos de nieve del hemisferio norte, ubicados en las regiones más septentrionales y de mayor altitud, experimentaron pérdidas mínimas. De hecho, los mantos de nieve se expandieron en Alaska, Canadá y Asia Central debido al aumento de las precipitaciones que caen como nieve en estas regiones frías.
Sin embargo, el 20% restante de la capa de nieve, que se encuentra alrededor de muchos de los principales centros de población del hemisferio y que proporciona agua a estas áreas, ha disminuido. Desde 1981, las disminuciones documentadas en la capa de nieve para estas regiones han sido en gran medida inconsistentes debido a la incertidumbre en las observaciones y las variaciones naturales del clima.
No obstante, los investigadores descubrieron un patrón constante de disminución anual en la acumulación de nieve, lo que resulta en una escasez repentina y crónica de nuevos suministros de agua procedentes del deshielo. Muchas cuencas hidrográficas que dependen de la nieve están ahora peligrosamente cerca de un umbral de temperatura que se ha determinado como “acantilado de pérdida de nieve”.