Un Kintsugi suelto en Argentina
El Coloquio de IDEA volvió a Mar Del Plata bajo la premisa “Ceder para crecer”. La apertura marcó la cancha con la invitación a mirar nuestras cicatrices como país desde la influencia japonesa. El cierre tuvo de todo, hasta el reto del Presidente a los empresarios. ¿Podremos utilizar la técnica milenaria japonesa del “Kintsugi” en Argentina para reparar nuestras grietas?
CREDENCIALES
“El pasado ya pasó, el futuro es otra historia. Esto fuimos. Esto somos. Depende de nosotros lo que podemos ser.” Daniel Herrero, Presidente del 58° Coloquio IDEA, Director de IDEA y Presidente de Toyota Plan Argentina S.A.
Reconociendo nuestros dolores y méritos, y con la certeza de que ‘somos lo que construimos en nuestro pasado’ pero con la interpelación a lo que deseamos ser, cerraba el video que abrió el Coloquio de IDEA ( Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina) Nº 58 durante los días de 12, 13 y 14 de octubre en la ciudad de Mar del Plata. Con la tranquilidad de quien pudo construir consensos en espacios áridos, Daniel Herrero, Presidente del 58° Coloquio IDEA, Director de IDEA y Presidente de Toyota Plan Argentina S.A, subió al escenario y expresó, “es nuestra responsabilidad construir el nuevo futuro” Ante una audiencia atenta y de constante mixtura (empresarios, sindicalistas, políticos, funcionarios, entre otros), el Director de IDEA invitó a ponerse la 10, aprovechemos la jerga que viene el mundial. Al cierre de la bienvenida y de la mano de la técnica japonesa, centenaria, denominada “Kintsugi”, invitó a recapitular las grietas, “nos enseña que uniendo las partes y dejando ver las cicatrices podemos construir una obra de arte mejor”.
Y así arrancó el encuentro que se nutrió como nunca de un récord de marcas que sponsorearon el evento, casi anticipando los números que el presidente Alberto Fernández enrostró, al cierre del evento, porque si vamos a dialogar al mejor estilo argento que mejor que pavonear con el èxito cosechado en la gestión.
A modo de ejemplo Fernandez citó “la actividad económica fue un 7,4% mayor al año 2019. Un marcado crecimiento de la industria automotriz, con respecto a septiembre del 2019, en un 88,5%. En otra imagen remarcó que”la industria está en los mayores niveles de producción de los últimos seis años” y destacó que “llevamos 27 meses consecutivos creando empleo registrado. Desde julio del 2020 se crearon más de 1.300.000 nuevos puestos de trabajo, de los cuales 400.000 son empleos asalariados formales privados.”
ALGUIEN TIENE QUE CEDER
En el primer panel, intitulado “Ceder para crecer”, Juan Carlos Torre, Sociólogo y Profesor Emérito de Universidad Torcuato Di Tella describe con pasión y desazón nuestro ‘kintsugi argento’,”cuando miramos en forma transversal la historia Argentina, es un país que se cae, se levanta y se atreve a seguir deseando”
El punto es quien desea, que desea, y desde qué plataforma de la vida desea. En concreto, todos tenemos las mismas condiciones para desear? No. Desde la fantasía todos. Desde la realidad algunos. Con la contundencia de los números el economista Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de economía de Axel Kicillof ( que no aceptó la invitación al Coloquio) y actual director de la consultora PxQ reveló las razones de las diferencias que sentimos como seres deseantes argentos a partir de la localía/ historia/ familia/ destino, ( llamala como quieras, ó sumalas todas y agregalas como valor agregado al lado del DNI) “en los últimos 10 años somos 5 millones de argentinos y tuvimos la capacidad de generar nada más que dos millones y medio más de ocupados. Argentina tiene un problema de creación de puestos de trabajo cuantitativo y cualitativo grave y es que ninguno de esos puestos de trabajo están en el empleo privado asalariado que tiene derechos, vacaciones, aguinaldo. Mitad de esos ocupados están trabajando en el sector público y la otra mitad de ocupados están trabajando en modalidades que yo llamaría precarias, no informales, no ilegales, sino precarias, como el monotributo, el cuentapropista o el monotributo social, el régimen de autónomos” El consultor de moda en lo últimos tiempos en varias empresas de vanguardia remata, “entonces el punto sería que en estos últimos 10 años no generamos un solo empleo. Es importante entender que es un juegos donde todos; obviamente en primer lugar el empleado, el sector público porque no recauda y porque cuando termine la vida activa de ese empleado, su vida pasiva le va a tener que dar una jubilación”
Como describe el video histórico de la apertura del Coloquio, “Esto somos. Depende de nosotros lo que podemos ser.”
En el ‘Kintsugi’ el valor está puesto en la imperfección que somos. Cada cicatriz es una poderosa herramienta para parirnos en otra alternativa ante la realidad. La única duda que tengo es en el momento en el cual nos rompemos. Sino la moraleja es un poco injusta. No es lo mismo nacer roto que romperse en algún momento de la vida, no? Después de todo alguien tiene que ceder, en lo posible que sea el menos roto.
Por Sara Di Tomaso. Periodista I Consultora