Pandemia y Género. Más que sobrevivir. Renacer.
“La humanidad vive tiempos de descuento. Las feministas lo han dejado en claro cuando colocan la ética del cuidado en un lugar central. Ese modelo entre razón y emoción, cuidado y comprensión del “Otro”. Ojalá sus presencias en puestos de poder colaboren a profundizar esta visión” Maristella Svampa Filósofa, Investigadora principal del Conicet.
Svampa nos interpela con el tiempo que viene y con el cómo puede arribar el rol femenino en el poder. La Pandemia visibilizó la mujer tanto desde las carencias que sufren como desde los lugares que son protagonistas.
Argentina, según ONU Mujeres, es uno de los países con mayor implementación de políticas públicas en respuesta al Covid-19 y con sustantiva mirada de género. El informe analizó 1577 medidas implementadas en 195 países. En nuestros pagos destacó 30 medidas ante la Pandemia. Sensibles al género son dieciocho (18) y de éstas, nueve (9) son políticas contra las violencias por motivos de género. Destacó cinco (5)de la seguridad económica. Por último, cita cinco (5) políticas vinculadas a la economía del cuidado. Un claro ejemplo es la Resolución 34/2020 explica la Ministra de Género y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta, ” la resolución es un paso adelante al exigir la mayor participación de mujeres y LGBTI+ en los espacios de decisión y tiene un impacto directo en las brechas de desigualdad. Implica la institucionalización de demandas que se plantean en términos de igualdad en distintos ámbitos de representación, en espacios de trabajo y políticos, entre otros. Es parte de un cambio cultural de visibilización y acción sobre las desigualdades de género.
De economía, relaciones laborales y el advenimiento de un nuevo poder desde la ética del cuidado fueron convocadas siete mujeres para repensar la pospandemia.
Una Palabra
Una palabra no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo, dice Carlos Varela, en su letra. La palabra elegida por Cecilia Castelli Directora de Blue Star Group fue Unidad para definir su tránsito por estos cinco meses de cuarenta. Adaptabilidad, le siguió Laura Bernator Gerente General de Unilever Argentina y Uruguay. Renacimiento sentenció Silvia Tenazhina Directora Comercial de Santander. Con flexibilidad reflexionó Dolores Fernández Lobbe, Gte Gral Walmart y optó por Transformarse. Y con la mirada puesta en el presente y el futuro Carolina Castro integrante de la cúpula de la Unión Industrial Argentina cerró con Repensar la cotidianidad.
Desigualdad social es color rosa
Jorgelina Albano de Alabadas con datos analiza cuanto profundizó la pandemia la desigualdad social en la mujer a nivel global “un reciente artículo publicado en el New York Times menciona el informe de The Bureau of Labor Market que expresa que en el mes de abril el 55% de quienes perdieron empleos en Estados Unidos, fueron mujeres. En Argentina sólo 6 de cada 10 mujeres versus 8 de cada 10 varones, participan en la economía formal. El resto de las mujeres tienen trabajos informales.”
Cecilia Castelli, mira el ahora y las consecuencias “la pandemia dejará como consecuencia grandes desigualdades sociales e impactantes números de pobreza a nivel global. Siempre en contextos difíciles son las mujeres las que más sienten la desigualdad y, en ese sentido, son las más afectadas desde lo económico y productivo. Esto se deja ver, por ejemplo, en la disparidad de ingresos en comparación con los hombres y en la dificultad para generar su propia independencia económica”.
La feminización de la pobreza es el foco de Laura Barnator, “la pandemia no sólo visibilizó las desigualdades sociales y dentro de la misma la feminización de la pobreza, sino que el efecto del COVID 19 las profundizará aún más. Continúa y pone la lupa en el mundo; “a nivel mundial de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el 40% de todas las mujeres empleadas trabajan en los sectores más golpeados por la pandemia, como hotelería y alimentación, comercio mayorista y minorista, actividades inmobiliarias, comerciales y administrativas. Y en países como Canadá, Estados Unidos, Corea del Sur, Colombia y Japón se advierte cómo la pérdida de empleos en abril y mayo impactó más en el sector femenino”
La violencia de género se profundizó con el encierro y no deja de citarlo Carolina Castro, “la cuarentena muestra y aumenta las desigualdades ya existentes entre hombres y mujeres. Al trabajo formal fuera del hogar se le ha sumado, en la mayoría de los casos, el incremento de las tareas dentro del hogar. En la mayoría de los casos han sido las mujeres quienes asumieron en estos tiempos las tareas de cuidado de adultos mayores y niñes. Y también las tareas escolares, derivadas de la suspensión de clases. Pero el lugar más alarmante en donde se visibiliza la feminización de la pobreza es en el aumento de la violencia de género y los femicidios: en el país hubo 162 femicidios en los primeros seis meses del año.
Desde la crudeza de los números financierosSilvia Tenazhina, no pone en dudas que la pandemia puso luz a las carencias, “la pandemia no hizo más que iluminar los grandes problemas de desigualdad de nuestra sociedad. La mujer es jefe de familia en el 56% de los hogares argentinos. Y muchas de ellas vieron que su fuente de ingreso disminuyó notablemente, con el consiguiente impacto familiar. Adicionalmente, muchísima de la ayuda domestica en Argentina también está basada en la mujer. La limitación de este trabajo, impactó de lleno en el ingreso, ya que la mayor parte se desempeña en el mercado informal.”
Es casi imposible no repensar la feminización de la pobreza más aún en pandemia. Así es como Dolores Fernández Lobbe reflexiona, “creo que pone en escena que es importante que las mujeres formen parte de la salida a la crisis. Porque estamos involucradas en la gestión – tanto pública, como privada y social- y ocupamos un lugar efectivo en la estructura productiva (incluso en espacios no reconocidos como tales, como suelen ser muchas de las tareas de cuidado), lo que hace que sea importante que nuestra mirada esté presente en la gestión de las soluciones.”
Ética del cuidado, razón con emoción
El doble rol femenino de cuidadora por derecho adquirido y no remunerado junto al laboral se agudizó en cuarentena. Repensar las relaciones humanas no desde el poder, ni la sumisión pero si desde el reconocimiento al otro podría ser algunas de las lecciones aprendidas para generar un cambio.
En tal sentido, Castelli sostuvo que “Estamos en un momento clave para comenzar a pensar. Fomentar las licencias familiares que apunten a la co-responsabilidad del cuidado o empujar para que en la nueva era del teletrabajo, que llegó para quedarse, no resulten perjudicadas.
La mirada colectiva es la salida para Bernator “Quienes estamos hoy en espacios de toma de decisiones tenemos la responsabilidad de allanar el camino para las futuras líderes, como otras lo hicieron antes. Necesitamos comprometernos en forma colectiva y aportar cada uno desde su rol,” argumentó.
Es entre todos la salida insiste Castro, “la pandemia es una oportunidad para visibilizar las distintas formas que adopta la desigualdad que sufrimos. Para poder lograr algún cambio así como sumar adhesiones a nuevas políticas de género, necesitamos primero generar consciencia en toda la sociedad , para que asumamos que este no es sólo un problema de las mujeres sino un problema de todes”.
Repensar las relaciones humanas es la gran preocupación de Tenazhina “una de las lecciones más valiosas es la revalorización del trabajo doméstico. Se evidenció muy claramente lo importante que es y la responsabilidad compartida para llevar adelante un hogar”. Y en este mismo razonamiento Fernández Lobbe afirma “De lo contrario, solo reforzaríamos lo peor de las actitudes que nos trajeron hasta acá: la solución parcial a problemas colectivos. Se trata, en una palabra, de reconocer el rol que ya ocupamos de hecho en el desarrollo productivo, tanto en la gestión de soluciones, como en nuestros roles de contención y cuidado.”
Tal como dice Svampa solo se trata de plantear otra mirada de las relaciones entre los seres humanos. Una visión que no piensa al ser humano como alguien autónomo, sino como alguien que necesita del otro para poder sobrevivir. Renacer es la cuestión.
Por Sara Di Tomaso