La vacuna contra el Covid-19, un bálsamo posible para el 2020. Luis, voluntario, profesor universitario y economista.
“Miedo no sentí nunca. Tengo ganas de enfrentar esto. Encontrar una solución. Por mí me la daría mañana pero sé que hay tiempos por cumplir”.
En el momento “cúlmine” de la agonía conocida este 2020 como coronavirus, una esperanza empieza a encenderse.
Al hablar de la palabra esperanza o cuando se trata de llegar a esa luz al final del túnel, se apunta directamente a la vacuna. Es por ello, que el Hospital Militar Central desarrollará las pruebas para la bendita cura de la pandemia en los días venideros.
Luis, economista y profesor universitario será uno de los voluntarios “cobayos” del país el 28 de agosto. Así, contó que se ofreció porque vio una nota periodística desde su celular, buscó el link y se anotó sin pocas esperanzas de que lo convocaran. La condición para la prueba es no haber tenido Covid-19 y estar saludable.
“Me alegró el llamado, tenía ganas de participar de esto, no es solo un compromiso, tengo ganas de ser parte, ver qué se siente. Sé que es una fase avanzada así que todo lo de seguridad está cubierto, son empresas grandes que cuando se meten en un tipo de pruebas como estas no solo está regulado sino que ponen su nombre detrás; esto implica protocolos y una seriedad en el estudio que me deja muy tranquilo”. Al ser consultado si esta prueba le genera alguna inquietud, respondió que “miedo no sentí nunca, tengo ganas de enfrentar esto, encontrar una solución. Por mí me la daría mañana pero sé que hay tiempos por cumplir”.
Luis, aclaró que fue avisado que la prueba podría tener efectos adversos y cuando anteriormente aseguró que no siente ningún tipo de miedos contó que “amigos o familiares cuando comento esto, me dicen -oh que valiente- cuando yo no me siento para nada así y me dicen -qué loco yo no lo haría- la verdad que me sorprende esa reacción”.
Además, agregó que “es un proceso claro. La explicación fue muy buena, me llamaron esta semana y me dijeron que me iban a llamar todas las semanas para ver cómo estaba, si tenía algún asunto con esta prueba y demás, realmente hay un seguimiento muy interesante de los postulantes, yo nunca había participado en este tipo de eventos, ese día me va a ir a buscar un Cabify y me va a llevar al Hospital Militar dónde se va a hacer esto”.
En tanto, detalló que “la primera vez que voy a ir voy a estar cuatro horas aproximadamente porque me van a hacer varios testeos, uno de ellos el hisopado o el exámen para ver si tuve o si tengo el Covid-19 y luego me van a dar la vacuna”.
Por otro lado, se conoció que potencias como Rusia completaron una serie de ensayos clínicos para comenzar la producción de las dosis para que dentro de dos meses se pueda efectuar una “vacunación masiva” según lo informado por el ministro de Salud, Mijail Murashko. En Europa, el instituto regulador Alemán de vacunas vaticinó que en ese país, la vacuna podría estar disponible para finales del 2020 luego de haber hecho pruebas en el mes de abril con diferentes voluntarios humanos.
Sudamérica afronta una situación más alarmante en contraposición al Viejo Continente. El Brasil de Jair Bolsonaro superó los 97.000 fallecidos y el número de los casos confirmados trepa a los 2, 85 millones tras lo notificado por el Gobierno. Perú, por su parte, llegó a los 430.000 casos y en cuanto a los decesos, se acercan a los 20.000. En el caso de Chile, en los últimos días, bajó la cantidad de casos, sin embargo los fallecidos son más de 9.800 por lo cual el oficialismo decidió no dar marcha atrás con la cuarentena.
Uruguay es el que mejor se encuentra en la región con 37 muertes y 1.318 casos. En la Argentina, y tras los anuncios de la semana pasada del Presidente en el que confirmó la extensión de la cuarentena hasta el 16 de agosto en el AMBA, los casos de muertos superaron los 4.200 y se prohibieron por decreto en todo el país las reuniones sociales.
La participación local en la cura del Covid-19 será lo que queda para aferrarse a esa ilusión del regreso a la normalidad, que será en realidad, la nueva normalidad. Sólo será cuestión de esperar ese bálsamo.